Los sistemas de detección y alarma y sistemas de extinción, tanto en su diseño, instalación como en su mantenimiento deberán ajustarse a lo establecido en el Reglamento de Instalaciones de Protección contra Incendios (R.D. 1942/1993 de 5 de noviembre, B.O.E. 14 de diciembre de 1993).
Los sistemas de extinción se pueden clasificar en dos grandes divisiones:
Sistemas destinados a controlar un conato de incendio, entendiendo como conato de incendio un incendio de tamaño pequeño, o el accidente que puede ser controlado de forma sencilla y rápida por el personal y medios de protección del local, dependencia o sector. En este apartado se encuentran los extintores, que se verán en detalle a continuación. Existen también otros elementos de acción física como son las mantas, las tapaderas, la arena, etc, adecuados para fuegos iniciales o instalaciones con determinadas características. Todos ellos actúan por sofocación, separando combustible y aire.
– Boca de incendios equipada (BIE)
– Columna hidrante
– Columna seca
– Sistemas de extinción automática
Características, requisitos de funcionamiento y métodos de ensayo, se define extintor de incendios como el aparato que contiene un agente extintor que puede proyectarse y dirigirse sobre un fuego por la acción de una presión interna. Del mismo modo, la norma UNE-EN 1866 Extintores de incendio móviles, define el extintor portátil de incendios como aquel diseñado para llevarse y utilizarse a mano y que, en condiciones de funcionamiento, tiene una masa inferior o igual a 20 Kg.
Según lo marcado por el RD 1942/1993, la ubicación de los extintores permitirá que sean fácilmente visibles y accesibles, estarán situados próximos a los puntos donde se estime mayor probabilidad de iniciarse el incendio, a ser posible próximos a las salidas de evacuación y preferentemente sobre sopor tes fijados a paramentos verticales, de modo que la parte superior del extintor quede, como máximo, a 1,70 metros sobre el suelo. En exteriores se protegerán contra las acciones climáticas. Se evitará la ubicación de máquinas o materiales que impidan o dificulten el acceso a los mismos. Si es posible, se señalizará una zona libre alrededor. La posible obstrucción visual de los extintores se solucionará señalizando en la vertical su existencia.
1. Asegurarse de que el extintor es el adecuado para el tipo de fuego a extinguir.
2. Descolgar o recoger el extintor.
3. Asegurarse de que el extintor funciona correctamente realizando un pequeño disparo de prueba. Preparar para ello el extintor según las instrucciones indica das en el propio extintor. En los extintores de presión adosada interna o externa, antes de su ubicación hay que realizar una maniobra de presurización, que será diferente en función del tipo (válvula, palanca o percutor). La operación con el extintor es distinta según sea de presión incorporada o no. Los de presión incorporada se utilizan soportando el extintor por la válvula con una mano, accionan do ésta, mediante una presión de la misma mano y dirigiendo la manguera y la boquilla con la otra. En los de presión adosada se levanta el extintor con una mano, por el soporte o asa que lleva el cuerpo, y se dirige la manguera, operan do la pistola con la otra mano.
4. Dirigirse al fuego a favor del viento en los incendios de exterior o a favor del tiro de aire en los de interior.
5. Disparar el agente extintor hacia la base de las llamas, realizando un barrido en zigzag con objeto de cubrir la máxima superficie posible.
6. Si el fuego es tipo A (sólidos), una vez apagadas las llamas conviene espaciar las brasas (con algún útil o incluso los pies si están bien protegidos) volviéndolas a apagar bien con el extintor.
7. Si el fuego es tipo B (líquidos) e incluso en el caso de sólidos granulados o
partículas de poco peso, no es conveniente lanzar el chorro directamente, sino de manera tangencial para evitar que se derrame o esparza el combustible ardiendo.
Cada 12 meses se realizará una verificación de los extintores por personal especializado. En esta verificación se comprobará el estado de carga (peso y presión), y en el caso de los extintores de polvo con botellín de impulsión, el estado del agente extintor. Se comprobará asimismo la presión de impulsión del agente extintor, el estado de la manguera, boquilla o lanza, las válvulas y las partes mecánicas.
Cada 5 años, a partir de la fecha de timbrado del extintor (y por tres veces) se retimbrará el extintor de acuerdo con la ITC-MIE AP.5 del Reglamento de aparatos a presión sobre extintores de incendios («BOE n.° 149, de 23 de junio de 1982). La operación de retimbrado sólo se podrá efectuar 3 veces, dado que la máxima vida útil del extintor es de 20 años, debiendo ser desechado tras pasar este período.
Recuerde que en la lucha contra el fuego el tiempo es un factor fundamental, de manera que lo que puede apagarse con medios manuales, como un extintor, en los primeros segundos, precisa de la intervención de los bomberos algunos minutos después.
En Levantina de Servicios Generales, le ofrecemos las medidas a adoptar en materia de protección antincendios realizando instalaciones de extintores, todo tipo de señalización, bies y accesorios, alarmas e iluminación de emergencia, detección de incendios y extinción, ignifugaciones.
Le aportaremos una solución ajustada a la legislación vigente y nos ocuparemos de su instalación y mantenimiento.