Futuro de la seguridad privada en España: desafíos, tecnología, Covid 19…
La seguridad privada es un sector que, en la actualidad, tiene una enorme demanda en nuestro país. Esto está motivando que el servicio haya ganado una mayor profesionalidad, aunque bien es cierto que se siguen dando casos de intrusismo. Pero, ¿cuál es el futuro de la seguridad privada en España en estos momentos?
La seguridad privada se define como un servicio que garantiza la integridad física de las personas, de los bienes y los inmuebles. Afortunadamente, la demanda de seguridad privada que estamos viviendo está posibilitando que los profesionales del sector estén más formados y especializados.
¿Cuál es la situación actual de la seguridad privada en España?
La seguridad privada en España es, por tanto, un sector en auge. A esto han contribuido la aparición de diferentes tipos y especialidades que han posibilitado que los espacios de trabajo sean mucho más diversos. Esto permite no solo que la demanda de trabajo sea mayor, sino que las posibilidades de empleo hayan crecido con respecto a unos años atrás.
A esto hay que añadirle la percepción que tienen los españoles sobre el sector de la seguridad privada. Un reciente estudio llevado a cabo por la Asociación Profesional de Compañías Privadas de Seguridad (Aproser) concluye que más del 85% de los españoles encuestados se sienten mucho más seguros en un espacio público que cuenta con seguridad privada.
No obstante, y a pesar de todos estos datos, el número de vigilantes de seguridad en nuestro país sigue siendo muy bajo si lo comparamos con el de otros países europeos. Un claro indicativo de que el sector se halla aún en crecimiento, lo que se conseguirá a medida que se vaya ganando en profesionalidad.
¿Cómo afecta la Covid 19 a la seguridad privada en España?
La pandemia de COVID-19 y la crisis sanitaria derivada de ella ha provocado la aparición de numerosos cambios en la seguridad privada en España. Uno de los más destacados ha sido la reducción de casi un 10% en los servicios de vigilancia, un dato motivado especialmente por la situación de confinamiento.
En otras situaciones, en cambio, la demanda de este servicio aumentó durante la crisis. Hablamos de los servicios de control y gestión de personas, la vigilancia en hospitales, el control de temperatura y acceso de aforos en zonas como aeropuertos o supermercados, etc. No obstante, la situación poco a poco va volviendo a la normalidad, aunque aún no se han alcanzado los niveles de actividad previos a la pandemia.
¿Cuál es el futuro de la seguridad privada en España?
A la vista de todo esto, se puede afirmar que el futuro de la seguridad privada en España es más que interesante. Existe en la actualidad una enorme demanda de servicios tanto de empresas como de particulares. Un trabajo con el que disfrutar de un sueldo fijo, estabilidad laboral y una rápida inserción en el mercado de trabajo.
Estamos, pues, ante un futuro de la seguridad privada que se antoja esperanzador. La creciente normalidad que estamos viviendo en nuestro país tras la crisis sanitaria y la demanda laboral vaticinan buenos augurios. De hecho, la seguridad privada se ha convertido en los últimos años en un elemento clave dentro de la sociedad.
A pesar de todo, el Sindicato Federal de Seguridad Privada FESMC-UGT postula la necesidad de solicitar un nuevo modelo de seguridad privada en todo el país. Destaca, principalmente, que se avance en los criterios de contratación de servicios de seguridad para garantizar unas mejores condiciones laborales y una mayor calidad en los servicios ofertados.
¿Cómo le afectará la tecnología y la globalización?
Los avances tecnológicos y la globalización forman parte de nuestro día a día. Dos elementos que también tienen un vínculo más que interesante con el sector de la seguridad privada. Sin ir más lejos, la mayoría de empresas de seguridad emplean ya aplicaciones y servicios tecnológicos para brindar un mayor rendimiento y flexibilidad.
La tecnología permite a las empresas de seguridad privada acceder y utilizar los datos en cualquier momento y en cualquier lugar. Servicios tecnológicos que incrementan la velocidad y la precisión de la seguridad y la vigilancia. Todo ello sin mencionar la constante evolución dentro del mundo de la ciberseguridad.
Por otro lado, la globalización confiere a la seguridad privada una especial relevancia. Los nuevos medios de comunicación electrónicos y las nuevas tecnologías contribuyen a la globalización. Esto hace que los niveles de seguridad deban ser mucho más amplios y precisos. Ya no solo en lo que respecta a la seguridad privada, sino también al ámbito de la ciberseguridad.
¿Qué desafíos debe afrontar en el futuro?
Como hemos visto anteriormente, la pandemia de coronavirus supuso un frenazo al crecimiento del sector de la seguridad privada. La reducción de actividades productivas provocó la desaparición de numerosos puestos de trabajo, por lo que hubo que prescindir también de la contratación de efectivos de seguridad privada.
Uno de los principales desafíos actuales, y que marcará el futuro de la seguridad privada en España, es la consolidación y resurgimiento del sector tras la crisis sanitaria. Afortunadamente, volvemos a asistir a una fuerte demanda en personal de seguridad gracias al regreso de la normalidad en todos los sectores.
Otro de los grandes desafíos a los que se enfrentará la seguridad privada de nuestro país tiene que ver con las tecnologías de la comunicación y la informática. La tecnología abre nuevos caminos a las empresas de seguridad privada para ofrecer servicios de vigilancia electrónica o el uso de drones.
Al mismo tiempo, el incremento del teletrabajo en empresas e instituciones ha provocado la necesidad de dar una enorme respuesta en los servicios de ciberseguridad. Todo esto va a redundar en un esfuerzo por parte del colectivo en materia de formación en nuevas tecnologías y globalización.
En definitiva, la gestión de riesgos, la implantación de tecnología, la ciberseguridad y la necesidad de formación son algunos de los aspectos más relevantes en el futuro de la seguridad privada en España. Un sector en auge, pero que se halla en constante evolución.