Ante una situación en la que se sorprende al agresor en plena comisión del delito, todos debemos tratar de detener la agresión, no obstante un vigilante de seguridad tiene la obligación de detener al agresor o al presunto sospechoso según el artículo 32 de la Ley 5/2014 de seguridad privada, para ser posteriormente entregado a las autoridades.
En caso de que la víctima acuda al vigilante de seguridad tras una agresión, este deberá trasladarla aun lugar seguro, avisar al jefe de sala y en cuanto la víctima esté segura, proceder a buscar al sospechoso en caso de disponer de una descripción.
En el supuesto de no existir agresión pero sí acoso, este debe ser apercibido por el vigilante de seguridad. De persistir en su actitud será expulsado del local o entregado a la policía si opusiese resistencia.
Las constantes agresiones sexuales en locales nocturnos de Reino Unido, llevaron a establecer el protocolo “Ask for Angela“, pregunta por Ángela. Una genial idea que convierte la pregunta en una clave para pedir ayuda a cualquier empleado del local ante una situación de posible peligro. Una cita a ciegas que resulta ser un fraude, un rollito de Tinder con falsa identidad, un ligue que se desvía de los buenos modales… pregunta por Ángela, automáticamente el personal del local te brindará la protección que deseas. Pero claro, no todos los locales nocturnos aplican este protocolo, para saber si una discoteca, pub o sala de fiestas lo aplica deberás comprobar que el aseo de mujeres existe un aviso al respecto.
Pero claro vivimos en España, y aquí cada Comunidad Autónoma aplica distintos protocolos, aunque eso sí con escasas variaciones. Mientras que que una aplican el Punto Violeta o el INSC (International Nightlife Safety Checked) otras como Cataluña, como no…, aplican el No Callem. Al fin y a la postre todos persiguen el ofrecer la máxima protección y garantía de seguridad en locales nocturnos ante un acoso o agresión sexual.